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miércoles, 1 de septiembre de 2010

El dragón azul

Pez globo convertido en ballena

Mis dos cariñosas pegatinas y Huong

Después de mi buen merecido mes de vacaciones vuelvo a la carga con más historias de mi querido Hanoi. 
Para los que no lo sabéis, en junio y julio trabajé en Blue Dragon, es una organización no gubernamental australiana que intenta mejorar la situación de los niños de este país. Por ejemplo recoge a niños de la calle y también ayuda a niños con algún tipo de dificultad, ya sea física o mental, les proporcionan educación y un lugar donde estar o dormir. Aquí la educación es muy cara asi que les pagan las matrículas, los libros, los uniformes, etc. A los 15 años tienen que irse, pero generalmente ya les han introducido en alguna profesión. Yo me he dedicado a dar dos clases, una de cine y otra de "arte". En la de cine, puse películas para jóvenes de 8 a 15 años, la mayoría americanadas malas. Aquí las copias son en inglés y vietnamita, pero no todas. Es decir, que cuando iba a buscar una peli buena, generalmente no la encontraba subtitulada al vietnamita solo en inglés, con lo cual me quedé bastante limitada a las pelis americanas tipo Karate Kid 2, pero ellos sí las han disfrutado.  Después hacíamos algún tipo de actividad relacionada con lo visto. Lo que más me llamó la atención es que, en medio de la peli, siempre traían fruta para los chicos, y se la acababan en un abrir y cerrar de ojos, les encanta la fruta, ¡es admirable! sobre todo cuando pienso lo que les cuesta a los niños españoles comerla.
Mi grupo sorpresa y los libritos
Chicas pintando piedras







La clase de "arte" era más bien de manualidades, hicimos varias cosas, algunas ideas de mi amiga Isabel que salieron realmente bien, como el dragón azul o el pez globo. Algunas niñas y algún que otro niño, mostraron una habilidad increíble, muy imaginativos. Al principio era una clase para niños a partir de 10 años, pero se colaron dos mengajos de unos 6 o 7 años que terminaron viniendo todas las semanas, ¿se puede ser más mono?. Me cogieron cariño, se pegaron como lapas a mi y no me dejaron ni un segundo de respiración. Todo lo querían hacer ya, no podían esperar a los demás, así que las últimas tres semanas me tuvieron prácticamente como su tutora personal. Me reí bastante con ellos, eran la monda. He tenido una ayudante, Huong, muy manitas, perfecta para la clase, yo aportaba las ideas y ella el lenguaje y las dos juntas la práctica. Ha sido muy interesante, la verdad. Mi último día de clase, antes de irme de vacaciones, hicimos unos libritos de notas, yo quería hacer un cuaderno de dibujo grande para que los niños pudieran dibujar en él cuando quisieran, pero la falta de comunicación y de material adecuado hizo que se convirtieran en "libritos". Salieron genial y el segundo grupo especial sorpresa los hicieron para regalármelos, un buen y cariñoso recuerdo.