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domingo, 17 de abril de 2011

¡Halong! ¡Halong!


Después de un año y ocho meses...¡por fin encontré el momento de ir!
El viaje estuvo bien, después de un pequeño contratiempo a primera hora de la mañana, como era de esperar, salimos en direccion a Halong Bay, 170km. Tuvimos suerte porque el tiempo acompañó, hoy por ejemplo ha vuelto la nube gris y la llovizna. 
Contratiempo:
7:10 am, ring ring, "please, please, Ms. Delia, hurry up, hurry up, the driver is waiting for you long time!!!!" (Por favor, por favor, Ms. Delia, rápido, rápido, el conductor lleva esperando mucho tiempo!!!!  (Yo con la legaña puesta y mis ojos en plato pues se suponía que venían a recogerme de 7.45 a 8.15am) 
NO escribo mi respuesta, ya la podéis imaginar.
7: 13 am, "Ms. Delia, Hurry up, hurry up, the driver is waiting for you long time, cannot park on the road!"  (Ms. Delia, ¡¡¡rápido, rápido, el conductor lleva esperando mucho tiempo, no puede aparcar en la carretera!!!!) - Aclaración: NADIE lo hace, ¿sabeis?:-) Pensamientos: ¿Entendió lo que le respondí en la  conversación anterior? Respiración profunda...
7:20 am, salgo a toda leche de casa, casi sin mi desayuno rico rico...
Todo sea por ver este magnífico paisaje...Finalmente el conductor me llevó al centro en donde recogimos al resto del grupo (sí, no os sorprendáis, fui con un grupo, es la forma más fácil de ir aquí sin muchos dolores de cabeza). El guía me explicó que, antes de recogerme, ¡la policía había parado al conductor y le habían dicho que se llevaban su minibus!, pobre, al final la compañía tuvo que llamar a un amigo poli para que lo arreglara todo y pudiera seguir sin problemas. Y encima yo llegando tarde...jajajaja. ¡Alguien empezó la mañana peor que yo!
Otra aclaración: aquí hay policías en las esquinas de las calles que se dedican a parar coches, motos, bicis, buses, minibuses y todo lo que se les ponga por delante, para cobrar la multa y llevársela al bolsillo. Normalmente se les paga y te dejan ir, pero si te niegas te requisan tu transporte y allá te las apañes. El otro día sin ir más lejos vi como paraban a todo un autobús lleno de turistas...en una rotonda.
Sigo...pues finalmente a las 9.30 pusimos rumbo a nuestro destino, sí, ¡9.30 y todavía en Hanoi! el viaje duró 3,5 horas con la consabida parada, pesado, pero conocí a una mujer indonesia muy maja y nos pusimos a charlar, con lo que se pasó el tiempo bastante rápido.


Llegamos al puerto, subimos a este barco de madera tan chulo y ¡rumbo a la bahía!. La verdad es que no nos metieron prisa para nada, lo cual viniendo de Hanoi se agradece. Una vez en el mar nos sirvieron la comida, (no muy buena), comimos y rápidamente me fui al techo del barco para disfrutar de la vista y del tiempo, ¡qué maravilla!, ¡se podía respirar el aire del mar!, estaba algo brumoso, pero por lo menos hacía sol. 



En el camino vi barcos de pesca con redes curiosas y vendedores de frutas ambulantes. Nos dirigimos a ver la Cueva Sorpresa, enorme, como veréis en la foto, y seguidamente anclamos en esa misma bahía y algunos hicieron kayak, yo decidí quedarme por ahí, y seguir contemplando el escenario y disfrutando de ese tiempo y de lo demás que me rodeaba.


En la foto podéis ver una casa de pescadores típica y la tendera de la tienda ambulante. Siempre me sorprende ver esta forma de vida.
Cuando volvieron todos, pusimos rumbo a puerto. La vuelta al atardecer fue también muy bonita, incluso el capitán paró el motor por un rato y así estuvimos, disfrutando.
De vuelta al  minibus...¡4 horas de vuelta! con la, de nuevo consabida, parada de 30 minutos a las 7pm en la que nadie compró nada porque todo el mundo estaba echo polvo, salimos antes de los 30 minutos.
Llegué a mi casa a las 9.30pm. 
La verdad es que el viaje mereció la pena, un viaje largo pero relajado, sin prisas, genial. Depués del contratiempo de la mañana no hubo nada más, solo disfrutar de este lugar tan hermoso.
Por cierto, que el nombre significa el Dragón que desciende.

miércoles, 6 de abril de 2011

Ngọc Trì



Hanh de pilota en el camino de entrada a su pueblo
Así se llama el pueblo de Hanh, está cerca de Bắc Ninh. Me llevó el fin de semana pasado y lo pasamos genial. Salimos de Hanoi a eso de las 9.30 de la mañana, no había mucho tráfico con lo que el viaje en moto se hizo ameno y fácil ¡dentro de lo fácil que puede ser conducir por aquí ya sabéis! Atravesamos el puente Long Bien, es un icono de la ciudad, solo pueden atravesarlo motos, peatones y el tren, es bastante interesante y curioso, lleva en pie mucho tiempo y aunque se hablaba de remodelarlo o tirarlo, decidieron dejarlo tranquilo.
Antes de llegar a su pueblo paramos para ver la pagoda más antigua de Vietnam, Chùa Dâuera muy bonita, reformada, claro está, pero con mucho gusto. De allí ya fuimos directas a su casa en donde nos recibieron sus padres, su hermano, su cuñada, su sobrino...¡y un banquete!, ¡madre mía!, ¡con el hambre que traíamos! tanta comida...qué rica, había de todo, fideos transparentes, "miến xào", rollitos, Nem, costillas de cerdo fritas, Sườn xàopollo de corral hervido, "gà luộc", y un estofado de carne con patatas,  "thịt bò hầm khoai tây"...todo muy rico. ¡Ah!, se me olvidadba el arroz, tenía un sabor buenísimo, para lo que es el arroz, y al final supe por qué, es el arroz de las parcelas de su familia. 
En esta zona cultivan mucho arroz y cada familia tiene una o dos parcelas para cultivar arroz, así que ¡es arroz de su arrozal! ¡qué guay! En la foto sale Hanh señalando sus parcelas. 
Me gustó su pueblo porque todavía conservaba rincones que en mi imaginación pertenecían a Vietnam y además todas las calles estaban muy limpias y sin barro, cosa que en mi barrio, sin ir más lejos, no es así. 
Contraste
Familia de Hanh
De allí volvimos a Hanoi pero no sin antes pasar, por capricho mío, por el centro de pinturas de grabado de madera tradicionales de su región, Đông Hồ. Allí hablamos con uno de los artesanos y nos explicó el proceso, los materiales usados, el tiempo que se necesita para hacerlos y el significado de algunas de las estampas, también añado una foto que lo ilustrará mejor que mis palabras. Ya después de un día excitante volvimos a Hanoi, yo llegué echa polvo, más bien mis posaderas, pero me imagino que Hanh llegó peor pues tuvo que conducir a la vuelta con ese tráfico loco de hora punta, pero lo pasamos muy bien, me encantó poder descubrir un poco más de este país con ella.
Artista